Ante la 1ª Convocatoria de la Mesa sectorial contra la
Despoblación en Arjabor
Hasta ahora no se
ha oído hablar mucho de despoblación (o despoblamiento) local en Extremadura;
las noticias aparecidas en prensa hablan por ejemplo del descenso de población
experimentado en la provincia de Cáceres en el último año, con alusiones
generales a la baja natalidad, envejecimiento de la población, etc. La
problemática concreta de lo local, aún dentro del contexto de la general, tiene
unas características propias, y la más importante es que el descenso de la
población que ha sido muy significativo en la década de los 60 y 70 por
búsqueda de mejores oportunidades en
ciudades como Madrid o Barcelona (o Francia, lugar de emigración específica de
algunos pueblos de la Comarca del Campo Arañuelo, Ibores y Villuercas) se
traduce a nivel local en envejecimiento de la población y no renovación de
nueva población. Las causas de la no renovación de población nueva hay
seguramente que atribuirlas en buena
parte al propio envejecimiento de
la población que cuanto más mayor menos posibilidades de generar nueva
población tiene; la escasa actividad económica y la falta de emprendedores de
nuevos negocios generadores de empleo y por tanto de asentamiento poblacional,
es otra de las causas importantes de la falta de renovación poblacional en el
medio rural.
Hasta ahora el
abandono real de residentes, y de los
propios pueblos, ha aparecido siempre
ligado a comarcas específicas como Aragón, Soria o Galicia, nunca en Extremadura y Cáceres (salvo por otros
motivos, como es el caso de Talavera la Vieja o Guijo de Granadilla); en el
Campo Arañuelo no conocemos casos de abandono definitivo de pueblos (excepción
tal vez, que conozcamos, de La Piñuela, pueblo de la antigua Campana de
Albalat, siglos ha, del que ya sólo queda una parte de su iglesia cual
recordatorio de lo que puede volver a pasar). Lo que si se está dando, y en pueblos
de la Comarca, es un descenso alarmante de la población residente (no hablo de
empadronados no residentes, que no es lo mismo) hasta límites de peligro de desaparición definitiva de casi
toda la población residente en una veintena de años máximo en algunos
municipios. Estamos hablando por ejemplo de pueblos de la mencionada Campana de Albalat como Casas de Miravete,
Higuera (en menor medida Romangordo), o cercanos como Valdecañas, de cuya
problemática en este tema estamos mas al
día. Por no hablar de que la
desaparición paulatina de población residente conlleva inexorablemente (y más en estos tiempos
difíciles) un deterioro y disminución de los servicios ofrecidos a nivel local
para los que siguen “aguantando”.
¿Existe manera de
revertir esta tendencia al despoblamiento? Pregunta de difícil respuesta, ya
que la reversión depende inexorablemente de un cúmulo de circunstancias
favorables que tienen que darse casi a la vez. Las respuestas en cualquier caso
deberían ser encontradas en foros como el que Arjabor convoca en esta ocasión,
la Mesa de lucha contra la Despoblación, aunque posiblemente esas respuestas
pasarán casi todas, o todas, por el mantenimiento de la actividad económica
existente ya en cada municipio (cuando la haya) y por la creación de nueva
actividad económica que genere empleo y anime a
residir habitualmente en el propio municipio.
La situación
especialmente grave del pueblo al que representamos, Higuera de Albalat, nos ha
llevado, como sabéis, a pedir a la Junta
Directiva de Arjabor que cree la Mesa contra la Despoblación, a la que la
propia Junta (al igual que la anterior)
y la Asamblea han amablemente accedido; de ella esperamos una reflexión
en profundidad sobre este fenómeno tan descorazonador y, sobre todo, deseamos
encontrar salidas para aquellos pueblos que estén en similar situación o que
puedan llegar a estarlo en un próximo futuro. Por la cuenta que nos tiene, los
que firmamos estas líneas, procuraremos
dar todo lo que sepamos y podamos en beneficio de todos ellos; algo parecido
esperamos de los demás. La tarea, está claro, es ardua y sabemos que no tenemos
garantizado el éxito; pero, pase lo que pase, habrá merecido la pena
intentarlo, entre todos.
Un saludo y hasta
pronto
Victorino González Fernández. Alcalde de Higuera de Albalat
Tomás Melo Morales. Presidente de la Asociación Higuera
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